El pueblo del sol y el vino

Colomé reside en un rincón mágico de los Valles Calchaquíes, en el que el clima extremo y muchos años de experiencia hacen posibles vinos exquisitos e inolvidables.

Colomé es un viaje a través de los sentidos y un sitio maravilloso cuya belleza es difícil de describir. Aquí, las montañas que lo rodean, los valles y las estrellas co-laboran para que los antiquísimos viñedos que fundaron nuestra bodega desborden con una personalidad tan fantástica como extrema.
Es en este lugar donde creamos los vinos de altura más reconocidos del mundo. Visitar Colomé es sumergirse en su historia y disfrutar de su renacido esplendor. Es peregrinar a aquel sitio en los Valles Calchaquíes donde cielo y tierra se funden en un mismo lugar. Sumergite en ese silencio profundo y personal, en ese dejarse llevar, y disfrutá de un ambiente de desconexión y paz.
Cuando nos visites, no solo tendrás la oportunidad de probar sabores autóctonos –preparados con lo que cosechamos en nuestros jardines sustentables, sino
que serás testigo privilegiado de uno de los sitios más bellos en una de las provincias más preponderantes de Argentina. La vista de la cordillera del Nevado de Cachi, con sus imponentes 6380 metros de altura, aún nos deja sin aliento cada vez que la vemos.

Eso queremos que sientas acá. Que tus sentidos sean absorbidos por la inmensidad y las historias que aloja esta tierra. Queremos que te sientas bienvenido, que te hagas uno con el paisaje, la tradición y el vino. Y tal vez, que nunca te quieras ir.
Te invitamos a vivenciar un lugar en donde el tiempo se vuelve inconmensurable y abundan las maravillas naturales, dejando que un sorbo de Torrontés te dibuje
una sonrisa imborrable en el alma.
Esta es la experiencia Colomé. Un terruño vivo desde 1831, una tierra sagrada con vides de casi 200 años que celebran la vida y la naturaleza. Es también la visión, el sacrificio, la dedicación y el compromiso de la granaventura que emprenden Donald y Ursula Hess. Colomé
es la concreción de un sueño.